El momento en el que eres padre debe ser espectacular, debes sentir como que tu mundo se para y empieza otro con mil sensaciones nuevas tan intensas que son capaces de reventarte el pecho. Pero os digo una cosa... descubrir que eres tía no se queda atrás, vives la espera con impaciencia por descubrir como será la carita de esa nueva persona a la que vas a intentar mimar a tope y malcriar todo lo que sus padres te dejen hacerlo. Por ello pensé que para mi hermana y Pablo un buen regalo de navidad sería un retrato de Pedro. No sé si la técnica será la más adecuada y tampoco sé si habré captado el parecido de quien ahora es la persona más importante en mi familia, pero lo que sí sé es que lo he hecho con todo el cariño y cuidado que se puede tener al hacer algo tan especial.
P.D.: Te quiero Pedrete.
